El día 28 de agosto de 1922, en una radio estadounidense, la WWJ de Detroit lanzó por primera vez un programa comercial, el cual mencionaba productos. Este programa fue todo un éxito desde el principio y así nació la cuña publicitaria. Las empresas vieron las ventajas de publicitar sus productos en la radio y comenzaron a demandarlo en sus campañas de publicidad.
En la actualidad, la cuña publicitaria sonora sigue siendo una opción más que interesante para los anunciantes, y no solo porque la radio siga siendo uno de los medios masivos más importantes, sino también por el auge de las nuevas plataformas de audio, como Spotify o iVoox, así como por el aumento del tiempo de escucha de streaming por parte de los usuarios y del consumo de formatos como el podcast.
Se trata de una pieza generada, que nada tiene que ver con la temática de los programas de radio en la que ha sido insertada sin presentación, buscando promocionar un producto a los oyentes de esa emisora lanzando mensajes claros. Su formato debe ser corto, oscila entre 15 y los 30 segundos y suele repetirse con cierta frecuencia en diferentes momentos de la programación.
Todos estos elementos no son imprescindibles para la realización de una cuña, pero si son los recursos más utilizados por los comerciantes.
En primer lugar se debe tener claro el producto o marca que se desea vender, además hacernos una idea de cuál es nuestro público objetivo, siendo conveniente realizar un briefing con el anunciante. La creación de un guion es muy importante, ya que nos facilitará la tarea a la hora de la grabación y edición. Para que el guion se pueda seguir de una forma clara y sencilla debe incluir todos los elementos que compondrán esta cuña, como los locutores junto a sus diálogos, incluir los efectos y la música que se vayan a utilizar y en el momento exacto en el que van a aparecer… En este vídeo podéis visualizar más en detalle sobre cómo redactar un guion para una cuña.
Una vez el guion ya ha sido realizado, empieza el proceso de grabación, además como la búsqueda de efectos y canciones ya ha sido efectuada anteriormente es solo la voz del locutor o locutora lo que se necesita de este proceso.
Las locuciones deben adecuarse al registro de la cuña, por lo que el locutor o locutora debe dominar este registro para que el resultado quede lo más natural posible. También debemos remarcar la importancia de la calidad del micrófono. Lo que la gente piense respecto a la cuña también lo hará sobre el producto o la marca.
Ahora empieza la parte más técnica: La edición de la cuña. Aunque el proceso no es muy complicado, se trata de un proceso más riguroso. Para este proceso se necesita de todos los elementos ya seleccionados y realizados anteriormente: la música, los efectos y los audios de la locución, se trata pues de armar el «puzzle» en el DAW (Digital Audio Workstation). Son muchas las herramientas que se deben utilizar durante la edición, como el subir o bajar volumen y en que parte de la cuña hacerlo, elegir el bruto de la locución que nos parece el adecuado para insertarlo en la pieza final, y un largo etcétera de pasos y técnicas dependiendo del programa de edición que utilices. También es muy importante el acabado sonoro, una buena mezcla y masterización garantizarán buenos niveles de escucha, equilibrio en los volúmenes de los diferentes sonido y en definitiva buena intelegibilidad y mejor experiencia durante la audición. Si eres nuevo en edición y vas a utilizar Pro Tools este vídeo te servirá de ayuda a realizar tu cuña de radio:
Siguiendo todos estos pasos puedes empezar a realizar tu cuña de radio de una manera eficaz y rápida. Aunque en las salas de grabación y edición de nuestra universidad tenemos todo lo que se requiere para la elaboración profesional de una cuña de calidad, son muchas las herramientas y equipos accesibles que pueden permitirte elaborar las primeras piezas en tu home studio con muy buenos resultados.