Tratamientos dentales
Las instalaciones cuentan con el equipamiento técnico adecuado para el diagnóstico y tratamiento médico quirúrgico de los problemas que afectan a la boca
Solicita cita previaOdontología infantil
Es muy importante llevar a tu hijo al dentista desde que le salga el primer diente por ello aquí tratamos niños desde 0 meses hasta 16 años para prevenir todas las enfermedades de la boca y de los dientes y para cuidar la salud de su hijo en cada etapa de su vida.
La caries en los niños se puede tratar en dentición primaria o permanente por este motivo, en función de la patología que presente el diente, el tratamiento podrá ser diferente dependiendo de la dentición de que se trate.
Si la lesión llega al nervio y estamos ante dientes temporales se realiza una pulpotomía o tratamiento del nervio que nada tiene que ver con las endodoncias realizadas en dientes definitivos. Si la caries no afecta al tejido nervioso del diente, se obtura mediante una pasta (el empaste).
Cuando la caries ha provocado un agujero grande en el diente se aplican unas coronitas metálicas, poco estéticas pero muy prácticas. Su finalidad es actuar como mantenedor de espacio a la vez que facilita que el niño pueda masticar bien. Ante esto, poco nos tendría que importar que sea un tratamiento poco estético ya que es muy eficaz y no supone que el diente permanente que erupcionará más tarde salga con problemas. La mayoría de los tratamientos de ortodoncia que se realizan en la actualidad son generados por perdidas de espacio en dentición temporal.
Sólo se extrae el diente cuando no hay más remedio; es decir, cuando la infección obliga a su extracción porque se han destruido las raíces del diente y éste es inviable. En estos casos, siempre hay que instalar un mantenedor de espacio para evitar que se pierda el espacio necesario para la correcta ubicación del diente permanente.
Cualquier infección en el diente temporal que progrese por la raíz creará una bolsa de pus que afectará al diente permanente. A veces los dientes definitivos salen con malformaciones, manchas o lesiones secundarias a la infección que tuvo el diente de leche en su día y no se trató de forma adecuada. Por ello, es un gran error pensar que, puesto que algún día se le caerán los dientes de leche, no hay que preocuparse demasiado por su cuidado.
Hay que llevar a los niños al Odontopediatría cada 6 meses para que les revisen los dientes y poder prevenir las posibles enfermedades que pudieran tener en sus bocas.
Información extraída de: Sociedad Española de Odontopediatría